LA GRAN ESCAPADA
Última semana de vacaciones, hay que aprovechar el tirón y salir corriendo de Madrid, de su calor asfixiante. Un lunes tórrido del mes de Julio lo mejor que podía hacer es escaparme a mi rincón favorito del río Jarama, a practicar la pesca extrema. Medio montañismo, medio pesca, un lugar inhóspito y salvaje de los que ya apenas quedan y que hay que preservar, no está exento de peligros ya que hay un proyecto de mega-presa, el embalse de Matallana que anegaría nueve kilómetros de precioso río, gracias al señor el proyecto está paralizado por impacto ambiental. Otros problemas son el furtivismo y la escasez de agua durante el verano pero que este año en principio y gracias a la lluvia caída hay abundante y limpia agua.
Desde donde aparco el coche hasta el punto donde empiezo a pescar hay una caminata de 1 hora y 45 minutos, un paseito muy saludable.
Una bella pintona que se dejo engañar con una imitación de tricóptero montado en pelo de ciervo decolorado. En aguas batidas y que entro franca a la imitación.
En esta tabla lanzando pegado a las salgueras de la izquierda.
Entro esta magnifica pintona de unos 32 cms y reina de la jornada. Una picada suave, delicada pero certera.
Durante la mañana apenas hubo actividad, un par de truchas a seca, otras cuatro a ninfa, mas un par de bogas y dos barbos que me partieron por llevar un bajo muy fino, un 0,10.
Paisaje agreste, duro de transitar, único, a la vez que delicado. El hombre por su avaricia puede destruir en cualquier momento.
Los ciprínidos estaban activos, durante la mañana me entraron un par de bogas mas un barbo a ninfa, por la tarde otro gran barbo a seca que no pude contener y me partio.
Hay está la mítica ventana, en el cuchillar del asomante.
Punto desde donde empece a pescar.
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