domingo, 25 de septiembre de 2011

ESPERANZA

RÍO, pesca y amistad una esperanza para Mujeres con cáncer

Hay sueños que se guardan durante tanto tiempo y con tal celo, que cuando se concretan no colman las expectativas de una vida de anhelo.
Ese no es el caso de Deborah Hart.
Pescar con mosca era un sueño que había nacido en su infancia y, al igual que la pesca en el río Provo en esta mañana soleada de domingo, se mantuvo bajo la superficie de su vida, siempre tentador, pero nunca a su alcance.
"Crecí en California, e íbamos (a pescar) a las Sierras", dijo la residente de Midway. "Mi hermano, mi madre y yo pescábamos en el lago, y mi padre se iba a pescar con mosca en el río Walker. Años después vi 'A River Runs Through It' y pensé: 'Tengo que hacerlo, necesito hacerlo.'"
Sin embargo, como muchas esposas y madres, fue postergando sus sueños día tras día, hasta que los días se convirtieron en años y luego en décadas. Se trasladó a Utah a instancias de su hermano, y un día ambos recorrieron el Valle Heber en auto.
"Vi el río Provo y pensé, 'Necesito estar ahí'", dijo, sonriendo a medida que el agua del río Provo acariciaba sus botas.
Fue el cáncer de mama, lo que por fin la llevó a pescar. Se lo diagnosticaron en 2009, y oyó hablar de un programa que permitía que mujeres con cáncer de mama, participaran en un retiro de pesca con mosca, llamado Casting for Recovery.
El año pasado envió una solicitud a un retiro en Montana, pero no la aceptaron. Luego, este verano, en medio de lo que describió como un mal momento, recibió un llamado: la invitaban al primer retiro de, Casting for Recovery en Utah.
"Es muy especial que sea aquí, donde vivo", señaló. "No lo podía creer. Me produjo mucha alegría."
Pero no tanta alegría como pescar un pez de 14 pulgadas, en su primera incursión en la pesca con mosca.
"¡Nunca había tenido un pez así!" dijo, levantando un brazo sobre la cabeza y gritando de alegría mientras sus amigas celebraban su proeza con risas y felicitaciones.
En un momento como ése, uno de los muchos durante el retiro, el cáncer deja de ensombrecer su vida.
"Es volver a tener una conexión con mi padre", afirmó. "Murió hace unos seis años, de modo que poder hacer ésto… La pesca con mosca es algo muy activo. Una no se limita a quedarse parada esperando. Una está moviéndose, está en el agua, participa."




RÍO, pesca y amistad una esperanza para Mujeres con cáncer

El principio de Casting for Recovery es ayudar a las mujeres a sanar en el plano físico. Los retiros, que comenzaron en 1996 en Vermont, fueron idea de un especialista en cirugía reconstructiva por cáncer de mama y un pescador con mosca profesional. La idea era que la exigencia física de la pesca con mosca, contribuiría a la curación del tejido dañado como consecuencia del cáncer de mama y su tratamiento.
Casting for Recovery, se ha convertido en una organización nacional y ha pasado a ser mucho más que un tratamiento físico.
"La pesca con mosca es parte de esto, pero la otra parte son las mujeres", dijo Hart. "Ha sido muy sanador. Aquí se hace mucho más que aprender a pescar."
El retiro permite a las mujeres profundizar en lo relativo a información sobre la enfermedad y también gozar del afecto de nuevas amigas, además de proporcionar a muchas de ellas, un nuevo pasatiempo.
Aquí no tienen que explicar qué es el quimiocerebro, por qué tienen la boca seca ni cómo la mastectomía y la extirpación de los nódulos linfáticos, les afectó el movimiento de los brazos. Durante unos plácidos días, están rodeadas de mujeres que entienden que el cáncer hace estragos en la vida y que el tratamiento causa estragos en el cuerpo.
"El saldo de esto es haber conocido a tantas buenas personas, gente cuya actitud es: 'Voy a seguir adelante y voy a hacer ésto'", dijo JoAnne Brown, una docente de escuela media a quien le diagnosticaron cáncer de mama hace un año.
Brown pescó 31/2 peces en diez minutos, el domingo por la mañana.
"Liberación a larga distancia", dijo riendo al hacer referencia al que se escapó. "Pero cuenta, ¿verdad? Es una sensación asombrosa. Es una oportunidad de encontrarse en un lugar por completo diferente al anterior; en mi caso, al lugar en que pasé el último año. Puedo volver a formar parte del universo."
Agregó, que el hecho de que Casting for Recovery lleve a las mujeres a un río, contribuye a que ellas tengan otra perspectiva de una enfermedad atemorizante y a menudo abrumadora.
"Hace que se concentren en el momento", declaró Brown. "Una no piensa en lo que va a pasar mañana ni el año próximo. Sólo se trata de la persona y el pez. Es tan bueno. (…) Encontrarse parada en el río, hace que se lo perciba de forma más táctil, más real. Se es parte de un todo. Soy parte de la naturaleza."


Desde este rincón envío un abrazo muy fuerte a todas las mujeres y hombres que están luchando y echando un pulso a esta dura enfermedad.


Mario (sorbeyjarama)

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